¡Oh, el verano! El sol, el calor, la playa… Bueno, quizá haya que esperar un poco más para disfrutar de la playa, pero siempre puedes organizar una cena para recordar sus aromas y sus sabores. Ya sea en la terraza o en el jardín, solo necesitas buena compañía, música de fondo y nuestras sugerencias para un buen maridaje entre comida y vino, y viajarás (al menos con tu imaginación) a tu destino costero favorito.
¡Así que coge una copa y adelante! ¡Este es nuestro menú de verano para disfrutar de una cena inspirada en el mar, desde el aperitivo hasta el postre!
Aperitivo: que empiece el baile
No subestimes el aperitivo, porque es la carta de presentación de la velada. Dicen que "lo que bien empieza, bien acaba": nada más cierto si quieres sorprender a tus invitados sin desvelar todas tus cartas. Cuando las temperaturas suben y empiezan a hacernos sudar, lo mejor es optar por aperitivos frescos y sencillos. La bruschetta de tomate, por ejemplo, es un plato que nunca pasa de moda. Si, por el contrario, solo quieres abrir un poco el apetito, puedes servir unos frutos secos tostados. Lo importante es elegir un Spumante ONICE, el espumoso extra dry que se bebe helado: saciante y refrescante, es la mejor manera de empezar una cena de verano a base de pescado.
Los entrantes: ahora sí que empieza
Aquí te enfrentarás a la primera decisión importante. ¿Entrantes fríos o calientes? En el primer caso, puedes elegir entre los grandes clásicos como el carpaccio de atún o de pulpo, la ensalada de marisco o los canapés de bacalao, y otros platos más "creativos": con una tarta de queso salada con salmón y aguacate o unos canapés de mozzarella de búfala, gambas y ralladura de limón, seguro que dejarás a todo el mundo boquiabierto. En estos casos, opta por blancos delicados, no demasiado alcohólicos ni potentes, para no opacar los delicados sabores del pescado fresco: un DICASA Vino Bianco o un Eventus Bianco serán perfectos. Si, por el contrario, optas por servir entrantes calientes como tempura de gambas servida en raciones individuales o albóndigas de atún, puedes acompañarlos de un blanco más estructurado como el Fiano Puglia IGT o el Pinot Grigio delle Venezie DOC.
¿Con qué acompañar un primer plato de pescado?
Si bien es cierto que el cuerpo de un vino debe ser proporcional a la estructura del plato, dependiendo del primero que elijas, será mejor apostar por un vino más elegante y delicado o por un vino con mayor estructura y complejidad. Por ejemplo, para acompañar unos deliciosos espaguetis con almejas o un rico risotto con marisco, prueba un blanco con buen sabor y aroma, como un Chardonnay Puglia IGT Biologico: es suave, cálido y blando en boca, un aliado perfecto para realzar los sabores de estos platos tan típicos del verano. Si, por el contrario, vas a servir platos más ligeros como arroz negro con calabacín y gambas o fregola con pez espada y tomates cherry, el Giulia Vino Bianco es justo lo que necesitas para que exhiban todo su sabor.
¿Y con un segundo plato de pescado? Esto es lo que puedes elegir.
Maridar un vino con un segundo plato de pescado no es tarea sencilla, pero con un poco de curiosidad y nuestros consejos, podrás encontrar el maridaje perfecto. El pescado es un alimento muy versátil y hay muchas formas diferentes de cocinarlo, por lo que las posibilidades de maridaje son muy diversas. Los blancos secos, más o menos estructurados, son sin duda la opción más "sencilla": un Vermentino di Sardegna, por ejemplo, con su particular mineralidad y delicadeza, es muy adecuado para acompañar un pescado a la parrilla, mientras que un Riesling dell'Oltrepò Pavese va muy bien con unas vieiras, mariscos, crustáceos y sushi. Si eres un amante de los espumosos y no quieres renunciar a la efervescencia, prueba un Ribolla Gialla Spumante: su perlage fino y persistente, junto con las notas cítricas y minerales, lo convierten en una excelente alternativa al clásico vino blanco tranquilo.
El gran final... ¡el postre!
¡Y para poner el broche de oro a una cena perfecta, no puede faltar un buen postre! Una buena idea es crear postres a base de frutas, ideales para refrescar y limpiar el paladar después del pescado. Unas sencillas y jugosas fresas cubiertas de chocolate son siempre bienvenidas, sobre todo si las acompañas de un Rosé Vino Spumante Millesimato, de color rosa brillante y aromas de grosella, frambuesa, rosa roja y cítricos: un auténtico placer para disfrutar en una cálida tarde de verano. ¡Y si quieres ir sobre seguro, siempre puedes elegir el clásico Prosecco Millesimato, porque con él nunca te equivocarás!